¿Comer langosta o Bogavante? Cuestión de pinzas



Todos hemos oído hablar de la langosta, menos quizá (fuera de Europa) del bogavante y aunque a menudo se confunden, sus diferencias parecen evidentes, sobre todo cuando están vivos. Lo que está claro en cualquiera de los dos casos es que su carne es muy apreciada, y comer langosta o bogavante resulta un verdadero festín, sobre todo si se hace en un buen restaurante

¿Cuál es la diferencia entre uno y otro?

langosta bogavante

Cuando están vivos lo más evidente es el color: ella (la langosta) es de color pardo anaranjado y claro, mientras que él (el bogavante) azulado y oscuro. Al cocinarlos, eso sí, ambos acaban con el mismo color rojo vivo que hace tan apetitosos a todos nuestros “crustáceos”.

Los dos tienen 5 pares de patas, aunque el bogavante ha desarrollado las 2 delanteras en grandes y fuertes pinzas (por eso se le atan para manipularlos) mientras que la langosta presume de largas y elegantes antenas.

Dicho esto, parece que es muy fácil ver sus diferencias, entonces ¿por qué tanta gente las confunde?

La confusión con la “Langosta Americana

Pues parece que esta especie, pariente del bogavante europeo pero no de la langosta, es la culpable de esta confusión y por eso sería más correcto llamarla “bogavante americano”.

La langosta americana habita en aguas atlánticas de Norteamérica, y tiene pinzas como las del bogavante europeo, pero su color es de tonos más rojizos, no como el azulado oscuro de nuestro bogavante. Representa la clásica imagen que vemos de las “langostas” sobre todo en Norteamérica, donde se llama “lobster”, para nosotros “Spini lobster”.

El bogavante abunda en los mares del norte de Europa y el nuestro es de aguas españolas: cantábricas o gallegas, aunque también tenemos langostas del mediterráneo y por supuesto gallegas.

Pero si aún queréis saber más sobre bogavantes y langostas, aquí hay información muy bien clasificada.

Las diferencias de sabor: cuestión de gustos

Bogavante a la plancha

La textura de sus colas en ambos casos es grandiosa, el sabor tal vez más fino y delicado el de la langosta y algo más contundente el del bogavante, pero aquí sí que las diferencias son muy sutiles.

Tanto la langosta como el bogavante tienen sabores muy similares, por lo que la forma de prepararlas son las mismas, eso sí: siempre se deben cocinar vivos. 

Arroz con bogavante

Arroz caldoso con bogavante Carballeira -Foto: Beatriz Janer-

Cocidos o a la plancha resultan simplemente deliciosos, aunque el clásico mediterráneo para estos 2 grandes ejemplares es el arroz (mejor si es caldoso) para el bogavante y la caldereta para la langosta. Y aunque nadie impide lo contrario, lo curioso es que esta es la herencia de nuestra cocina mediterránea.

Uno de nuestros clásicos más populares es el bogavante “a la americana”, que se cocina en una deliciosa salsa de la que hay tantas versiones como cocineros, nosotros tenemos la nuestra que triunfa entre los comensales y se sirve acompañado de arroz blanco. El caso es que está ¡deliciosa!

Bogavante-a-la-americana

Bogavante a la americana Carballeira