El vermut, un clásico que nunca muere
“La hora del vermut” en España nos define el momento del aperitivo, excusa ideal para quedar con los amigos y alargar la antesala de la comida. Pero a su protagonista indiscutible, el vermut, las modas lo llevan y lo traen, como ahora, aunque en Carballeira siempre ha estado presente.
Historia del vermut
Dicen que esta bebida histórica fue creada por Hipócrates cuando quiso hacer un “tónico de hierbas” para aliviar el estómago y mejorar la salud. Maceraba en vino flores de ajenjo (wermut en alemán), junto con otras hierbas, flores y especias. De ahí su gusto peculiar y algo goloso.
Hacia el 1838 el vermut se popularizó en Piamonte, Italia y su preparación se industrializó. En Francia también fue muy popular y lo llamaron Vermouth. Por puertas “Tarraconesas”, entró el Vermut a España y sigue siendo Reus digno representante del vermut español.
El típico «vermut español»
No hay una receta específica para el vermut, por lo que cada productor tiene su fórmula, con resultados muy diferentes en sabor. A base de vino blanco, hierbas aromáticas y azúcar quemada que le da ese toque oscuro y caramelizado, se consigue el típico vermut español.
Nuestro vermut
En Carballeira ya lo servíamos allá en los años cincuenta, cuando surgió en bares y bodegas de la Barcelona de la época, y hoy lo seguimos sirviendo. El nuestro, Vermut de Luna Reserva, de fórmula ancestral y embotellado la primera noche de luna creciente, es el detalle con el que recibimos a nuestros clientes todos los mediodías entre semana. Bien frío, en vaso pequeño y con una gran oliva verde pinchada en un palillo. Lo acompañamos de unas olivas para picar mientras esperan la comida, aunque siempre está la opción de coronarlo con una buena tapa o algún tesoro marino, de esos imposibles de rechazar, basta mirar el expositor para dejarse tentar por las sugerencias del día.