¿Cuánto dura el vino después de abierto?
Seguro que a todos nos ha pasado alguna vez, aunque no quisiéramos, tener que guardar una botella de vino abierta porque no siempre se puede terminar. Y aunque sólo sea por una copa nos damos el capricho de abrirla. Pero, ¿cuánto tiempo durará ese vino después abierto en las mismas condiciones?
Los primeros minutos del vino abierto
Tras el descorche, lo primero que hacemos instintivamente al servir un vino es oxigenarlo moviendo la copa para olerlo y poder apreciar los aromas que comienza a liberar. Entonces lo probamos dejando que esos sabores inunden nuestra boca y aún los apreciaremos más en la segunda copa. Incluso un reserva aconsejan dejarlo respirar unos 30 minutos antes de consumirlo.
Esos primeros minutos nos permiten disfrutar el vino, pero ¿qué pasa cuando no terminamos la botella? Empieza la cuenta atrás y el vino comenzará a oxidarse y perder sus propiedades hasta avinagrarse. También puede pasar con un corcho en mal estado si deja pasar el aire.
¿Cuánto durará el vino abierto?
Depende del vino. Según la infografía de Wine Folly, el que menos dura es el vino espumoso, como el cava o el champagne, entre 1 y 3 días como mucho en la nevera, ya que pierde las burbujas. Por eso es importante mantenerla siempre bien fría (cabe recordar que el truco de la cucharilla es un mito). Los vinos tintos parece que duran más, de 3 a 5 días, dependiendo de los taninos. Y si se trata de un vino fortificado hasta un mes o más en el caso de un Oporto por ejemplo. Pero hay multitud de opiniones porque depende de muchas cosas: el tipo de vino, los taninos, las condiciones de conservación… etc. Un buen invento son las bombas de vacío que nos permiten guardarlo por más tiempo. Pero ante la duda, lo mejor es consumirlo en un par de días. Incluso si se abre en el restaurante, siempre está la opción de llevárselo para acabar de disfrutarlo en casa. A nosotros nos gusta que nuestros clientes, si no han terminado su vino, decidan llevárselo a casa para seguir disfrutándolo, tranquilamente, en otro momento. ¡Qué sería la vida sin esos placeres!…