Comidas de negocios… y placer



¿Por qué no? Una comida de negocios puede ser la forma más agradable y eficaz de convertir una sesión de trabajo en un importante encuentro. Además permite reunirse sin ocupar otros momentos productivos en la agenda y la experiencia siempre es más amena que en una oficina.

Cuando nos sentamos a la mesa en una comida de negocios o con compañeros de trabajo se eliminan las distancias y desaparecen las jerarquías, el ambiente se relaja y nos mostramos tal como somos. Salir de la tensión o la formalidad de una sala de reuniones en la que todo está preparado, medido y planificado logra conversaciones más espontáneas y una actitud más positiva hacia cualquier propuesta, a todos nos ha pasado. Dejamos la predisposición de un ambiente laboral para encajarlo en un momento tan agradable y placentero para todos como es la hora de la comida.

 “Dime lo que comes y te diré quién eres”

Decía un legendario chef francés, aquello de “Somos lo que comemos”, y es muy cierto.  Hace años que la comida dejó de ser un acto funcional y en nuestro país se entiende bien, ya que nuestra cultura refleja lo que somos a través de la gastronomía. Compartir el pan nos permite conocer a la persona realmente como es antes de hacer negocios. “Si quiere hacer negocios con alguien, invítele a comer” es el consejo de Mark Dixon, CEO de una importante empresa de servicios. 

Un agradable encuentro genera confianza

Mesa CarballeiraEs un hecho que una comida de negocios sirve para desarrollar una buena relación personal, por eso es importante poder hacerlo en el lugar adecuado. Un ambiente relajado, un comedor reservado, servicio impecable y comida de calidad es cuanto se necesita para sentirse cómodo y en confianza. Un sitio donde dejarse atender para conseguir una charla distendida y por supuesto comer bien para que el recuerdo sea inmejorable, entonces el éxito estará asegurado.